"Creo en los centros de estudiantes, y en su capacidad para movilizarse por los temas que tienen que ver con sus escuelas, y con sus propias problemáticas. Uniformar sus organizaciones con una ley y reglamentación única, no se corresponde con la realidad. Ninguna escuela es igual a la otra. Hay diversidad y formas institucionales distintas. De hecho, hoy son los alumnos quienes elaboran sus propios estatutos y reglamentaciones. No sería positivo que los partidos políticos irrumpan en el ámbito escolar y mucho menos financiando campañas estudiantiles. Las actividades que generan los centros son parte de la formación: ellos aprenden a organizarse, a expresar sus opiniones, a llegar a un consenso, a plasmar sus propias normas y estatutos, y han demostrado a lo largo de su existencia una gran capacidad para generar sus propios recursos. Lo hacen con esfuerzo y mucho trabajo, y eso es aprendizaje. Y sobre todo deben aprender a rendir cuentas a sus representados. Todo eso es parte de su formación para ser mejores ciudadanos. Los partidos políticos cumplen otras funciones, no la de educar".
Los partidos tienen otra función